miércoles, 31 de enero de 2018

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POR QUÉ SE DA LA VIOLENCIA DE GÉNERO?

INTRODUCCIÓN             
La violencia de género es la expresión extrema de la desigualdad y del sometimiento en el que viven las mujeres en el entorno. Establece un delito contra el derecho a la vida, a la seguridad, a la libertad, y la dignidad de las mujeres para el desarrollo de una sociedad.
De esta manera la violencia es la desigual del valor social en función del sexo ya que de este modo existe una desigualdad extrema en ambos géneros.
Al analizar cada uno de los problemas que ocasionan la desigualdad de género esta da origen desde el centro familiar, tomando como parte la enseñanza de familia.
La finalidad de este blog es dar a conocer que hoy en día los hombres y mujeres tienen los mismos derechos y que cada uno debe ser respetado en cada cargo para su respectivo funcionamiento.
Cada género cumple una función importante en la sociedad, y así mismo se toma en cuenta tanto el hombre como las mujer deben buscar alternativas para dialogar y evitar problemas extremos.
Se finalizará con una conclusión tomando en cuenta aspecto importante que ayudará a tener una mejor perspectiva de los derechos y deberes de los hombres y las mujeres en la sociedad, recalcando que cada uno es esencial para el desarrollo de varias actividades.
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¿POR QUÉ SE DA LA VIOLENCIA DE GÉNERO?
(Guare., 2017)La violencia es producto de la asignación de roles de género de desigual valor social en función del sexo, configurando un sistema de dominación y sometimiento.
Existen factores estructurales y sociales que han producido la discriminación sistemática de las mujeres, impidiendo el libre ejercicio de sus derechos humanos.
Desde los hogares se crean los patrones socioculturales que van aplicando a lo largo de la vida, sumado con la cultura adoptada desde escuelas, colegios y universidades. Estos comportamientos también se amoldan a cómo se desarrolla la sociedad.
Actualmente, las etapas de la vida de la mujer se viven aceleradamente. Son madres desde muy jóvenes y asumen responsabilidades, que, por edad, no les pertenecen. Muchas lo hacen porque es su modelo a seguir o porque huyen del hogar por distintas razones. Acuden a una etapa sin haber tenido enseñanza y es ahí donde sigue la cadena, con esos hijos procreados.
También se da porque la mujer tiende a ser presionada por la sociedad. ¿Por qué todavía no te casas o no tienes hijos?, con esta pregunta la empujan indirectamente a vivir experiencias que aún no están preparadas. Y cuando se da, luchan por mantener ese matrimonio, aceptando la violencia. Lo hacen por sus hijos o por no fracasar.
La mujer, así como el hombre tienen concepciones erróneas que se van arraigando en cada generación. El hombre también adquiere esos comportamientos desde el hogar, de esos patrones preestablecidos.
Adoptan como normales frases que dicen sus familiares, en particular, padre y madre como: “Tu mujer debe atenderte”, “Debe estar en casa solo cuidando a sus hijos” o “No te dejes mandar”. Por lo general, se las dicen a sus hijos antes o cuando ya conviven con una mujer. De inmediato se crea este erróneo pensamiento machista, de superioridad y control.
Si un niño escucha esas frases, las toma con naturalidad porque no tiene otra persona que le contradiga, que le enseñe lo correcto. Con una sola ideología, se estaría creando a un posible agresor.


VIOLENCIA QUE TERMINA EN FEMICIDIO.
La violencia se manifiesta de distintas maneras: física, psicológica, patrimonial (destrucción de bienes), sexual e intrafamiliar (familiares que justifican la violencia). La mayoría de femicidios parten de un ciclo de violencia que engloban estos tipos, es decir, antes que una mujer fallezca, fue víctima de agresión psicológica, sexual y demás.
La gravedad de la violencia se refleja en los daños a la salud, el ejercicio de una sexualidad plena, la emocionalidad y la interacción social. Se trata de un delito que atenta contra el derecho a la vida, a la integridad física, psíquica, moral.
El resultado de un ciclo de violencia es el femicidio, no tiene sitio específico a realizarse. Por lo general se da en el propio hogar, de otro familiar, en espacios públicos, privados y demás.

SI LA VÍCTIMA VIVE ¿CÓMO QUEDA?
Indiscutiblemente, la víctima queda con daños psicológicos mostrando sus sentimientos negativos: humillación, vergüenza, culpa o ira. También, puede perder el interés y de la concentración en actividades.
Sufren de ansiedad, cambios en el sistema de valores, preocupación constante por el trauma, con tendencia a revivir el suceso. Pueden llegar a abusos como el alcohol o de drogas.
Aumenta la depresión, el temor a vivir en un mundo peligroso y pierden el control de su propia vida.
Cuando la mujer decide renunciar a ese matrimonio y denunciar a quien fue su “amor”, se ve más expuesta porque la familia no la apoya o simplemente no le cree. En este proceso, que para ella fue doloroso contarlo, se ve cuestionada por la sociedad. Requiere de atención especializada para superarse.





500 MUJERES QUE FUERON VÍCTIMAS DE VIOLENCIA DE GÉNERO SERÁN EMPRENDEDORAS

Marcela Costales (izq.), viceprefecta de Pichincha, entregó las certificaciones avaladas por la Junta Nacional de Defensa del Artesano. Foto: Paúl Rivas / EL COMERCIO 
(Merizalde, 2018)Romper el círculo de violencia de género a través del empoderamiento de la mujer en el ámbito económico es uno de los objetivos del programa SOS Mujeres, impulsado por la viceprefectura de Pichincha. Por ello durante hoy, viernes 19 de enero del 2018, 500 mujeres que fueron capacitadas en áreas como gastronomía, administración de empresas, chocolatería, cosmetología y belleza, recibirán certificaciones avaladas por la Junta Nacional de Defensa del Artesano. Aida Calderón habita en el cantón Puerto Quito y decidió poner un freno a la violencia que sufría por su pareja. “La mujer rural es muy discriminada por los propios esposos, por eso es necesario convertirnos en entes productivos”. Tras recibir las capacitaciones ella ya generó su propio microemprendimiento, dirigido a la venta de chocolates. Para Bianca Figueroa, quien también fue certificada, dice que el no tener un empleo o una actividad económica hace que muchas mujeres continúen aceptando la violencia. “Yo muchas veces callé porque no tenía un sustento para mis hijos. Empoderarnos y poner un freno es la única opción”. Marcela Costales, viceprefecta de Pichincha, explica que el programa SOS Mujeres arrancó hace tres años tras conocer que el 69% de mujeres pichinchanas habían sido víctimas de violencia en algún momento de su vida.


CONCLUSIÓN
En conclusión, la violencia de género se ha vuelto un problema tan normal actualmente, las personas no se dan cuenta la actitud que se está tomando, de manera lamentable si bien es cierto la violencia de genero la vemos prácticamente todos los días y de alguna manera nos acostumbramos a ella, con ello se establecen modelos que en un futuro se pueden repetir ya sea con nuestros hijos. La violación de genero se da sobre todo hacia la mujer siendo la misma sociedad machista quien dice el grado de superioridad que tiene el hombre hacia la mujer, el derecho de controlar la libertad y vida de las mujeres. Todas las situaciones de violencia de género demuestran que esta sociedad hay discriminación y falta mucho por hacer para evitar que se siga viendo al sexo femenino como un ser inferior por lo cual no se cometan más injusticias que puede llevar a la muerte de ciertas mujeres.

Bibliografía

Guare., C. y. (24 de Noviembre de 2017). el universo.com. Recuperado el 31 de Enero de 2018, de el universo.com: https://www.eluniverso.com/noticias/2017/11/24/nota/6493759/que-se-da-violencia-genero
Merizalde, M. B. (19 de enero de 2018). el comerio.com. Recuperado el 31 de enero de 2018, de el comercio.com: http://www.elcomercio.com/tag/violencia-de-genero